El nacimiento de un bebé es un momento único para la familia. Se depositan en ese pequeño muchas expectativas y emociones, se festejan cada uno de sus progresos.
En el primer mes de vida estos logros pueden no ser tan evidentes pero es una etapa crucial en el desarrollo neuromadurativo del niño.
En este artículo se detallan algunas de las habilidades que irá adquiriendo el bebé durante su primer mes de vida y sugerencias de cómo acompañarlo en este proceso.
¿Qué ocurre durante el primer mes?
El recién nacido presenta movimientos reflejos (movimientos automáticos que se desencadenan como consecuencia de un estímulo como la luz o el tacto). A medida que madura su sistema nervioso, algunos de estos van desapareciendo.
Por estos reflejos succionan cuando se les acerca algo a la boca, cierran las manos cuando notan presión en la palma, abren bruscamente los brazos cuando se sobresaltan ante ciertos estímulos (reflejo de Moro), pestañean ante ruidos fuertes. Y gracias a estos reflejos hasta pueden también sonreír.
Sus piernas están flexionadas y encogidas sobre el abdomen. Sus brazos permanecen flexionados, con las manos cerradas casi todo el tiempo y presentan inestabilidad de la cabeza. A medida que se acerca al primer mes, va disminuyendo la tendencia a mantener las manos cerradas y las piernas adquieren una postura similar a la de rana.
Utilizan un lenguaje sonoro, emitiendo sonidos guturales. También se comunica a través del llanto, que es su forma de expresar sus necesidades (Tengo hambre, quiero mimos, me duele la panza).
El bebé también puede ver, pero no tiene la capacidad para enfocar a diferentes distancias. Fija la mirada en objetos cercanos, aproximadamente a 30 cm., responde a los cambios de luz, poco a poco inicia el seguimiento visual y se siente atraído por los rostros.
No solo escuchan, sino que también reconocen voces. Se tranquilizan al oír la voz de su mamá, reaccionan a los ruidos abriendo los ojos, parpadeando o sobresaltándose.
Duermen la mayor parte del día (aproximadamente 16 hs diarias) y no reconocen el día y la noche.
¿Como puedo acompañar el desarrollo del bebé?
- Calmalo con contacto tranquilo (hacele masajes, acaricialo, alzalo), cantale en voz baja. Manipulalo con suavidad.
- Miralo. Contesta sus vocalizaciones. Hablale cuando te mire usando gestos y voz suave. Devolvele la sonrisa. Cuando le prestas atención y le respondes le estás diciendo “me interesás”,“sos importante”.
- Evitar reuniones con muchas personas, sonidos fuertes, movimiento o luz intensa.
- Alimentalo, no solo le ofreces nutrientes; también le das amor y fomentas el apego.
- Respeta su sueño siempre que sea posible. Bañalo en el mismo horario, favoreciendo la creación de hábitos, tan importantes para proteger el desarrollo.
- Ayudalo a que pueda diferenciar el día de la noche, con luces tenues y poco ruido durante la noche y luz y sonidos durante el día.
- Atendelo cuando se despierta, llora o está molesto. No es posible «malcriar» a un bebé tan pequeño. Esta es la etapa de cuidarlo, mimarlo y darle paz. Ahora necesita confiar en que es amado y cuidado.