Los seres humanos, dentro de la especie de mamíferos, somos los que nacemos más prematuramente, aún cuando el nacimiento se acerque a las 40 semanas de gestación. Es decir, no estamos hablando de nacimientos que ocurran antes de la fecha “de término”.
A raíz de la evolución que ha ido sufriendo nuestra especie y de los cambios que vinieron aparejados como: la bipedestación, el estrechamiento de nuestras caderas, y el mayor tamaño de nuestro cerebro, los seres humanos debemos nacer antes de estar completamente maduros, ya que de lo contrario, no pasaríamos por el canal de parto.
Si pensamos en cualquier otro mamífero, por ejemplo los perros, nacen con la capacidad de arrastrarse a los pocos minutos de nacer, y rápidamente adquieren la capacidad de caminar y desplazarse. ¡Esto a nosotros nos lleva mucho más tiempo!
Seres dependientes
Esta inmadurez explica la necesidad que tenemos, los seres humanos, de contar con la presencia cercana y constante de un otro (especialmente mamá) que nos cuide y satisfaga todas nuestras necesidades durante un buen tiempo luego de que nacemos.
En otras palabras, esta es la razón de la gran dependencia que tienen los bebés de mamá principalmente, y que genera que los primeros tiempos, sobre todo, las mujeres nos podamos sentir abrumadas y agotadas estando disponibles casi al 100% para nuestro bebé.
Todo esto que venimos explicando se puede resumir con el término “exterogestación”, o gestación extrauterina.
Recrear el mismo ambiente
Es decir, así como los seres humanos necesitamos alrededor de 9 meses de gestación dentro de la panza, también necesitamos un tiempo similar de gestación fuera de la panza. En palabras más sencillas, luego de nacer, necesitamos que se recreen las mismas condiciones que teníamos en el útero.
Y cuáles eran? alimento permanente, temperatura constante, contacto, ritmo y movimiento, entre otras!
Entonces, esto nos permite entender y justificar porqué el bebé quiere estar prendido a la teta “todo el día”, quiere upa, le gusta dormir cerca de mamá y no quiere saber nada con su cunita… No nos está tomando el tiempo, no se va a malcriar… ¡simplemente pide lo que necesita y lo que conoce luego de haber tenido esas condiciones durante 9 meses en la panza!
Esta gestación extrauterina dura aproximadamente entre 9 y 12 meses, coincidiendo con el momento en que los bebés empiezan a desplazarse y a adquirir cierta “independencia” respecto de la figura cuidadora.
Responder ¡Siempre!
En la medida que podamos ser sensibles a sus necesidades y podamos responder a ellas, los bebés van adquiriendo confianza y seguridad en los adultos y en el entorno, y de esa manera, irán comprendiendo que estaremos para lo que necesiten, reduciendo poquito a poquito esa demanda TAN grande e intensa de las primeras semanas y meses.
Y así, de a poco notaremos que las tomas se van “ordenando” y espaciando, que van aceptando dormir un rato en la cuna, que podemos bañarnos un poco más tranquilas mientras nuestro bebé juega con papá…
Sin dudas que es un tiempo de mucho cansancio y agotamiento, que no siempre es fácil de transitar, pero contar con esta información, saber la razón de porqué nuestro bebé nos reclama y nos quiere bien cerquita casi las 24 hs del día, nos hará sobrellevarlo de mejor manera.
Y a ustedes, ¿les dijeron alguno de estos mitos como “lo vas a malcriar”, o “te está tomando el tiempo”, o algún otro similar? Cuentenos cómo transitaron estos primeros tiempos con el bebé!