La maternidad y paternidad son procesos muy trascendentes, que implican un cambio rotundo en nuestras vidas y nos movilizan por completo. Desde el momento en que nos enteramos que hay un bebé en camino, comenzamos a recibir información. Nos encontramos con opiniones, experiencias, artículos, posteos, libros y documentales.
Y entonces surgen preguntas: ¿Qué hago con toda esta información? ¿Cuál es válida y cuál no? Entonces comenzamos a tener más dudas que antes que no sabíamos tanto del tema.
Para responder a la primer pregunta, un punto que suelo recalcar en las clases y talleres, es que es muy importante recibir información tanto durante el embarazo como después, cuando el bebé ya llegó. Contar con información sobre todos los procesos que estamos viviendo y por vivir es fundamental, pero esto es un 50% de la tarea. El otro 50% tiene que ver con la reflexión, y el darnos el tiempo para absorber a través de las vivencias y así poder integrar todo lo que recibamos.
En la filosofía yogui existe un concepto muy interesante que se denomina Svadhyaya y se traduce como el autoconocimiento, o conocimiento del sí mismo. Y suele ser la manera en la que la cultura oriental comprende al estudio. Es decir todo conocimiento o estudio es, en tanto y en cuanto podamos internalizarlo y hacerlo propio a través de la experiencia. Esto sucede cuando además de informarnos, reflexionamos, conectamos con nuestras emociones, nuestros pensamientos, nuestro sistema de creencias, y hacemos un trabajo interno activo.
A veces observo familias que están muy informadas desde lo intelectual pero no logran asimilar y aplicar eso que leen y anhelan. La información que recibimos además de ser procesada por nuestro cerebro, debe ser procesada por nuestro sentir, por nuestro corazón. De esta manera podremos fusionarlo con el deseo e integrarlo.
Asimilar la información es un proceso que implica un trabajo interno para cada familia, implica la conexión con todo nuestro ser y la deconstrucción continua
¿A quién creerle, qué información es válida?
Es importante entender que el embarazo, el parto, el nacimiento, la lactancia y crianza, son procesos fisiológicos. Es decir, suceden de manera espontánea, a través de la información interna que tenemos grabada en nuestras células.
La palabra fisiología significa la sabiduría del cuerpo. La fisiología es imprescindible y es inevitable. Gracias a ella es que nacimos, y hoy estamos acá. Es lo más cierto, es verdad y nuestro mayor estándar de salud.
Cuándo te preguntes qué información es válida, preguntate si se alinea y respeta la fisiología, con todos sus procesos, variables y tiempos. También podemos preguntarnos si lo que recibimos nos genera confianza en nosotras mismas, o por el contrario miedo y descontrol, ya que la premisa fundamental de la fisiología es: “el cuerpo sabe hacerlo”.
La maternidad y paternidad son un camino único de transformación. Les deseo reflexión, amor y confianza.
¡Buen camino!