¿Qué significa Lactancia a Demanda? Estamos acostumbrados a escuchar frecuentemente esta frase o indicación, sin embargo, muchas veces va acompañada de otras recomendaciones que resultan contradictorias con ella.
Confiar en nuestro bebé
Hablar de lactancia a demanda significa que es el bebé el que decide cuándo y cuánto comer. es decir, no hay horarios, no hay tiempos que debamos seguir o controlar. De hecho, lo ideal sería olvidarse del reloj ni bien se inicia la lactancia.
Debemos confiar en que el bebé pedirá comer cuando lo necesite. A veces será cada dos horas, otras cada tres, y otras cada hora o menos. Y esto es completamente “normal”.
El alimento perfecto
La leche materna es el alimento ideal para el bebé, y su composición hace que sea de muy fácil digestión. Sumado a que los primeros tiempos del bebé, su capacidad gástrica es muy pequeña (a la semana de vida su estómago tiene el tamaño aproximado de un durazno).
Por lo tanto, el bebé toma poca cantidad por vez y la digiere perfectamente, por lo que es completamente esperable y saludable que pida la teta seguido, antes de que pasen 2 o 3 horas! Esto no quiere decir que se quedan con hambre, simplemente que quieren volver a comer.
La recomendación de “cada 3 horas” surge de cuando se comenzó a utilizar la leche de fórmula, ya hace tiempo (ya que hoy si el bebé toma fórmula también se indica que la lactancia sea a demanda), y se extrapoló, sin ninguna justificación, a la lactancia materna.
¿Uno o dos pechos por toma?
Por otro lado, es el bebé quien debe decidir cuánto comer. Esto quiere decir, que así como debiera ser él quien indica el comienzo de la toma, también es quien debe “soltar” la teta cuando esté saciado.
Dicho de otro modo, no hay tiempos establecidos para las tomas. Las mismas durarán el tiempo que cada bebé desee. No debemos ser nosotras quienes marquemos el final de la toma, retirándoles (o cambiándoles) la teta después de X cantidad de minutos.
Debemos dejar que el bebé tome todo lo que desee de un pecho, y en general, después de un rato, se quedan dormidos y relajados, marcando el fin de la toma. Si, por el contrario, lo notamos con ganas de seguir tomando la teta, podemos ofrecerle el otro pecho.
No es necesario intercambiar los pechos durante una toma siguiendo tiempos impuestos por los adultos. Los bebés pueden tomar de un pecho por toma, sin que se genere ningún inconveniente! En la siguiente toma, lo ofreceremos el otro pecho que no tomó (o que tomo menos), y así vamos regulando la producción en ambos pechos.
La teta, más que alimento
Es importante que nos familiaricemos con las señales tempranas de hambre como con los indicadores de saciedad, para que nos guíen (ya que cada bebé es único) en el proceso de entender cuándo quiere teta y cuándo ya está lleno.
Por último, siempre recuerden que la teta no es solo alimento, y que la succión también les permite calmarse, organizarse, regularse, más allá de alimentarse, por lo tanto es de esperar que pidan teta a cada rato.
Y ustedes.. ¿han recibido sugerencias contradictorias, como por ejemplo “teta a demanda pero que no pasen más de 3 horas entre tomas”? ¡Cuentennos!